jueves, 13 de agosto de 2009

La criminalidad al descubierto

El cine cumple varias funciones, la principal es entretener, digamos que el objetivo básico, pero también esta la otra la de revelarnos mundos, que aunque parezcan desconocidos, no lo son tanto, y en donde se exponen realidades abrumadoras y asfixiantes.

Y es que ahora, que se estrena en México “Gomorra”, cinta dirigida por Matteo Garrone, y que se ha convertido como parte del resurgimiento del cine italiano contemporáneo, uno como espectador no deja de impactarse de ver cómo esta mirada, casi de documental, del director nos narra lo que ocurre en un suburbio de la ciudad de Nápoles, controlada por la Camorra, es decir son bandas delictivas que están en todos lados, y donde la policía no tiene cabida.

Siempre que se habla de la mafia, hay como este espíritu cinematográfico, por lo menos eso me pasa a mí. Se habla de capos, ligas de poder y mi remitente es Marlon Brandon en “El padrino” de Francis Ford Coppola, sin embargo, la mafia a la que se refiere “Gomorra” es más descarnada y cruel, pero como ocurre con cualquier grupo criminal del mundo.

Sólo basta ver en México lo qué sucede con los diferentes cárteles de la droga que detentan las principales plazas del país, que han creado todo un estilo, que se explica en la narcocultura.

“Gomorra” basada en la novela homónima de Roberto Saviano se estrenó en el Festival de Cannes del año pasado y obtuvo el Gran Premio del Jurado, pero también le representó al autor ser sentenciado a muerte por la mafia napolitana y vivir oculto en alguna rincón del mundo; otro de los precios que cobran los grupos criminales donde no soportan que nadie hable más de la cuenta y mucho menos que sean expuestos al escrutinio público.

Es terrible y cruda la manera en que “Gomorra” habla del estado de violencia permanente, donde la vida tiene un precio, y ese lo designa el líder de cada banda, y cómo todo se va convirtiendo en un festín de muertes, sobornos, corrupción, en un laberinto sin salida. Donde las principales víctimas son precisamente los niños y jóvenes que encuentran en la Camorra la única alternativa de vida o muerte.

Ver “Gamorra” representa también ver lo que ocurre del otro lado del Atlántico, aquí donde los narcos y el crimen organizado parecen un solo, por eso la urgencia de revisar este tipo de cine que consterna, preocupa e indigna, como las miles de muertes a causado la violencia y la criminalidad en el orbe.

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